El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió enfáticamente hoy el proyecto de renta inesperada, por entender que esa iniciativa permitirá que el país «progrese sobre bases de equidad».
«Renta inesperada no es un nuevo impuesto. Es una sobre alícuota de un año en un contexto de guerra en Ucrania que ha generado un gran problema distributivo en todo el mundo», explicó el ministro.
Además, comentó que hay países «que ya lo adoptaron, para sectores específicos. Por eso, para nosotros es importante, porque el Estado tiene la responsabilidad de establecer reglas de juego para una sociedad que progrese».
«Es que no hay progreso si el crecimiento no es compartido. Cuando pasa algo tan extraordinario, como la guerra, nuestra responsabilidad es actuar para que la Argentina progrese sobre bases de equidad», enfatizó Guzmán.
El jefe de Palacio de Hacienda se expresó así al disertar en el cierre del foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), horas después de que el presidente de esa entidad, Jaime Campos, dijera que el proyecto de renta inesperada «es un retroceso».
En tanto, Guzmán consideró que la presión tributaria en la Argentina «es más baja que el promedio de la OCDE. Pero el problema es la informalidad. Si tuviéramos niveles de formalidad como los países de la OCDE, la discusión sería otra».