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La semana en pocas palabras

El Banco Central volvió a tomar la iniciativa a comienzos de esta semana. El día lunes restringió aún más las condiciones de liquidez por medio de un nuevo incremento en los encajes bancarios, al tiempo que, en conjunto con el Ministerio de Hacienda y Finanzas, diagramó un esquema para permitir dolarizar carteras a los tenedores de Lebacs, sin que esto implique nuevas presiones sobre el mercado de cambios. Lo anterior, sumado a la batería inicial de medidas adoptadas por las nuevas autoridades del BCRA (como la primera suba de encajes, el establecimiento de límites más estrictos para la tenencia de dólares de los bancos, y la instrumentación de licitaciones diarias de divisas de entre USD 100 y 150 millones), permitió alcanzar una mayor calma en la plaza cambiaria, con la cotización del dólar cerrando incluso por debajo de la semana previa. Por otro lado, en estos días se conocieron también los números de la recaudación tributaria del mes de junio, la cual continuó creciendo a buen ritmo, sostenida -en gran medida- por los impuestos ligados al nivel de actividad. Su favorable evolución aporta nuevos datos concretos en la línea de acelerar la convergencia al equilibrio de las cuentas públicas y cumplir con las metas fiscales acordadas con el FMI, mientras comienza a discutirse el Presupuesto 2019.

En lo que respecta a la dinámica cambiaria, luego que la cotización de la divisa norteamericana llegara a situarse el viernes 29 de junio en torno a los $29 a nivel mayorista, el lunes 2 de julio las autoridades del Banco Central anunciaron una nueva suba en los encajes bancarios (de 3 puntos porcentuales en esta oportunidad), buscando absorber pesos y así frenar las presiones sobre el mercado de cambios. La medida, que se hizo efectiva ese mismo día, se sumó al incremento escalonado de los encajes que ya se había anunciado dos semanas atrás, de 3 puntos porcentuales a partir del 21 de junio y de otros 2 puntos adicionales desde el 18 de julio próximo, llevando el incremento total a los 8 puntos porcentuales.

Con una absorción de liquidez del orden de los $20.000 millones por cada punto de incremento en los encajes (recuérdese que el coeficiente de encaje representa la porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados), la nueva adecuación fue equivalente a un retiro de $60.000 millones del sistema, llevando el efecto total estimado de la suba de encajes prevista para el 18 de julio al orden de los $160.000 millones.

A medida que las entidades financieras procuraban hacerse de efectivo para encuadrarse en la nueva regulación, en muchos casos mediante una venta de Lebacs, se produjo un alza en sus rendimientos, acompañada por una suba de las tasas de interés interbancarias, lo cual rápidamente se fue trasladando al resto de las tasas de mercado. El rendimiento para las Lebac con vencimiento a mediados de julio pasó a moverse en niveles superiores al 50% anual, al tiempo que la tasa de “call” (préstamos entre entidades financieras a 1 día de plazo) subió de 39% a 54% anual, y la tasa para los adelantos en cuenta corriente a empresas pasó de 41% a 54%.

El mercado de cambios se hizo eco de estas nuevas condiciones monetarias, con mayores restricciones en materia de liquidez, que motivaron un incremento de las tasas de interés en moneda nacional y lograron un reposicionamiento en pesos. En este marco, la cotización del dólar llegó a situarse en $27,9 a nivel mayorista el viernes, marcando una caída de 3,3% en la semana, período durante el cual volvió a operar en torno a los $28, cerca de $1 por debajo de los niveles de la semana previa, logrando calmarse las tensiones cambiarias.

En paralelo a la suba de encajes, el gobierno llevó a cabo esta semana una nueva licitación de Letras del Tesoro (LETES) en dólares, pero con la novedad de que se habilitó también su suscripción mediante Lebacs, procurando ofrecer a los tenedores de estos instrumentos una alternativa para dolarizar sus carteras sin generar nuevas presiones sobre el mercado de cambios. De los USD 422 millones emitidos, un 70% se suscribió con Lebacs, canjeándose $8.165 millones. Este monto, que no resulta elevado en relación al stock total de estos títulos, podría estar indicando en alguna medida un menor interés por posicionarse en dólares en un contexto en el que los rendimientos en pesos superan el 50%.

Por último, en lo que hace a la evolución de la recaudación tributaria, esta experimentó en junio un aumento de 31,9% interanual, unos 2 puntos por arriba de la inflación del período. Una buena noticia fue que, si bien ha comenzado a verificarse un avance más notorio de los tributos vinculados al comercio exterior como resultado de la suba del tipo de cambio, el crecimiento de los recursos tributarios continúo siendo impulsado por los impuestos ligados al nivel de actividad. En este sentido, la recaudación del IVA presentó un incremento de 48%, bien por encima de la tasa de inflación, verificándose subas importantes tanto en el IVA impositivo (47%) como el aduanero (48%), al tiempo que, con una tónica similar, el impuesto a los débitos y créditos bancarios experimentó un aumento del 40%.

Cerrado el primer semestre del año, la evolución de los recursos tributarios presentó un crecimiento que se situó consistentemente por arriba de la evolución del nivel de precios y también del aumento del gasto, lo cual ha permitido una reducción del déficit primario, no sólo como proporción del Producto, sino incluso en términos nominales. Al mes de mayo, con una suba de los ingresos del sector público nacional que resultó 7 puntos superior a la del gasto, el déficit primario acumulado de los primeros cinco meses de 2018 presentaba un descenso de 44% en términos interanuales, representando 0,37% del PIB, equivalente al 14% de la meta anual de 2,7% del Producto. La evolución que presentó la recaudación tributaria durante junio contribuye a reforzar esta tendencia, sumando más datos de avances concretos de cara a una corrección más acelerada del desequilibrio fiscal, en línea con lo previsto en el acuerdo con el FMI, elemento clave para recomponer la confianza de los mercados.